jueves, 15 de junio de 2017



PETER EL DRAGON Y LOS RAPEROS

En un país normal y corriente vivía un dragón llamado Peter, al que le gustaba mucho ver la tele y soltaba fuego por la boca.

Su vida era muy aburrida; siempre hacía lo mismo: ver la tele, dormir la siesta…

Hasta que llegaron unos raperos un poco molestos porque hacían mucho ruido; cuando hacían el reto de la botella, ponían el altavoz a todo volumen o rapeaban.

Todas esas cosas molestaban mucho a Peter porque no le dejaban hacer sus cosas. Una vez, estaba durmiendo la siesta, se fue a levantar porque no le dejaban dormir, y se cayó al suelo.

Se hizo tanto daño que decidió que desde ese momento no le caerían bien.

Un día como todos los demás, mientras Peter estaba viendo la tele y los raperos rapeando y molestando al viejo dragón, dijo:

-No puedo aguantar ni un segundo más´

 Corriendo por las escaleras, saltó y voló hacia la ubicación de los molestos raperos llamados Samu, Lander y Sergio, que no rapeaban, sino que estaban haciendo el reto de la botella.

Samu lanzó la botella al aire y todos la miraron, pero cuando miraron no sólo vieron la botella, sino que también vieron al temible dragón volando en picado hacia ellos, enfadado, porque aparte de molestarle cada día rapeando, cuando dejaban la botella de pie, gritaban:

-¡oooooooooooooh!

Y molestaban las sesiones de tele del dragón.

Entonces aterrizó haciendo un hoyo en el suelo con una cara de pocos amigos y gritó palabras muy vulgares hasta que se dio cuenta de que Sergio, Lander y Samu habían escapado. Entonces echó a volar a por ellos rápidamente y en menos de que pestañearan estaba al lado rugiendo fuertemente y echando fuego por su boca. Entonces, desesperados, empezaron a rapear todas las canciones que sabían…

Peter le perdonó, pero a cambio les pidió que rapearan en otro lugar para que no le molestasen más y le dejaran tranquilo viendo sus programas favoritos de televisión. Si no cumplían su trato les comería a bocados.

Los raperos buscaron un descampado que estuviera muy lejos de la casa de Peter para no molestarle y cumplir su promesa.

A unos 3 kilómetros, encontraron el lugar perfecto para seguir cantando y jugando al reto de la botella sin molestar al dragón.

Un día fueron a la estación del tren y pasaron por delante de la cueva de Peter.

Al oírlos, el dragón en ese momento dormía, se despertó de su profundo sueño y muy enfadado sacando fuego por su boca y humo por su nariz, fue en busca de los tres raperos. Cuando les dio el alcance, les atrapó entre sus garras y les dijo muy enfadado.:

-     -   ¿Qué hacéis por aquí rapeando de nuevo y molestando?

Sergio, Lander y Samu muertos de miedo le explicaron que tenían que ir a la estación de tren y que no se habían dado cuenta de que estaban pasando por delante de su cueva.

Empezaron a cantar la única canción que le gustaba a Peter y le preguntaron que si quería ser su amigo para poder rapear canciones juntos y hacer el reto de la botella.

El dragón, muy contento, dijo que sí.

Los chicos a cambio le pidieron dos cosas: que si enfadaba no les lanzaran fuego por la boca y que cuando terminasen de cantar una canción les diera un paseo volando por el cielo.

Peter, el dragón, entusiasmado porque era la primera vez que conseguía tener amigos, les dijo a todo que sí.

Al cabo de poco tiempo, formaban una pandilla de raperos muy curiosa, que de vez en cuando volaba a lomos de un dragón que cambió la televisión por el rap y sus siestas para jugar al reto de la botella en compañía de sus tres nuevos amigos.

FIN
                                                   

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