Jorge y los amuletos
Érase una vez un niño llamado Jorge, un chico alto, rubio,
ojos verdes, muy valiente y aventurero. Esa mañana estaba muy ilusionado porque
había quedado con sus amigos para hacer una excursión.
Su madre le advirtió sobre la serpiente gigante de la
laguna de los deseos pero el salió lo más rápido posible de su casa.
Cuando él y sus amigos se reunieron en la laguna,
estuvieron hablando sobre lo chulo que sería hablar con los animales.
Después, Harry se puso a hacer tonterías delante de Vane
para hacerla reír, pero se fue acercando a la orilla y Jorge le advirtió de la
serpiente gigante hasta que se cayó, y todos se empezaron a reír.
En un abrir y cerrar de ojos la serpiente se había comido a
Harry y a sus amigos, menos a Jorge.
Aparecieron unos duendecillos y cuando Jorge no miraba le
robaron su amuleto y todas sus pertenencias. Él corrió tras los duendes pero no
consiguió atraparlos porque se escondieron en un bosque.
En el bosque, Jorge se encontró a su amiga Angie la
mariposa y ella le dijo por donde habían huido. Al final del camino se encontró
una cueva. Era muy siniestra, con el techo goteando y el suelo lleno de caca de
rata. Se fue adentrando más hasta que vio su amuleto. Pero los duendes le
atacaron y al momento apareció Angie y le salvó.
Después de agradecérselo, se fueron en busca de sus amigos.
Vieron a la serpiente durmiendo con sus amigos dentro, así que llamó con el
amuleto a todos los animales y entre todos los sacaron, pero algunos animales
murieron por su veneno. Jorge pensó que si encontraban el otro amuleto podrían
invocar a la madre animal y salvarlos. Ellos ya sabían dónde estaba pero nunca
se atrevieron porque no sabían a lo que se enfrentarían.
El amuleto les dio fuerzas y se fueron en busca del otro
amuleto. Al llegar, se dieron cuenta de que no había peligro y que no había por
qué temer. Lo cogieron y se marcharon a salvar a los animalitos. Cuando llegaron juntaron los dos amuletos y
los animalitos resucitaron.
Después de hacer una
fiesta, Jorge se tuvo que ir y se despidió de Harry y de todos sus amiguitos,
pero antes le dio a Harry un amuleto y él se quedó con el otro, como símbolo de
amistad. Cuando llegó a su casa, estaba tan cansado de todo el largo día que se
fue a dormir.
A la mañana siguiente tenia mas fuerzas que el día anterior
y sacó el amuleto de su bolsillo. Ese
día regresó al bosque a dar un paseo y se acordó de que era el cumple de su
madre; entonces, cogió unas flores, volvió a su casa y celebró el cumple de su
madre y se lo pasó tan bien que ni se acordó de su amuleto.
Iranzu Vázquez Sánchez 6ºB
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