jueves, 30 de abril de 2020


EL CASTOR Y EL GATO.

Un día de primavera en un bosque había un gato muy distraído.  Se pasaba el día durmiendo, tumbado y tirado en unas hojas muy cómodas.
Un día se le acercó un castor muy trabajador y le dijo:

-      ¿Que estás haciendo?.

El gato le contestó:
-      Yo, disfrutando del bonito día, ¿Quieres echarte aquí un rato conmigo?

 
El castor muy precavido le advirtió:

-      Deberías hacerte una buena casa y no dormir en ese montón de hojas y también recoger comida.

El gato le dijo:

-      - No, hombre hoy hace un día estupendo,  no voy a desperdiciarlo por esa tontería.

Al poco tiempo vino el verano y se secaron los ríos y las flores porque no llovía nada.El castor,  por habeer trabajado tanto, tuvo una gran presa que a la vez era su casa y le proporcionabacomida para todo el año. Mientras, el gato deambulaba por el bosque buscando comida y cobijo.    
El gato se fue a la casa del castor a preguntar si podía quedarse pero el castor le dijo:

-      No, no y no. No te voy a dejar pasar, ni darte comida. Tenías toda la primavera pero no me hiciste ni caso ahora asume las consecuencias. 

El gato se fue muy triste y tuvo ue irse y andar kilómetros hasta encontrar un pueblo donde poder rebuscar en las basuras.



MORALEJA: Trabajar muy duro para que no te pille el toro, o mejor dicho,  ir siempre un paso por delante y saber aceptar consejos.

FIN