BUSCANDO AL HERMANO DE ZELIAU

Hace mucho tiempo, en la Edad Media, en un bosque en el que hacía muchísimo frío ya era invierno, había una bruja que era muy delgasa y muy blanca; se llamaba Zeliau. en el bosque parecía todo muy tranquilo, relajado, pero en un momento pensé:

-No tengo  nada de comida; voy a buscar en el bosque.

Al rato  volví muy asustada   porque algo  me había dado una paliza en ese momento. No supe qué hacer. Me sentía como si te estuvieran picando miles de avispas, ¡ah! también estaba mi querido hermano  que era a veces muy trasto. Al cabo de dos horas se hizo de noche y mi hermano dijo:

-¿Dónde vamos a dormir?.

Yo le dije que podría hacer un hechizo  para hacer  tiendas de campañas y entonces mi hermano  dijo:

- ¡Nooooooooooooooooo! Quiero estar contigo  dentro de una tienda de campaña.

Y se largó de mi lado y enseguida desapareció. Yo  salí de la tienda de campaña a ver dónde había ido mi hermano. El bosque estaba tranquilo. Yo , un poco asustada, caminaba despacio. ¡Que no os lo he contado!; soy una miedica y una asustadiza. Estaba metida en zonas donde nunca había pasado. 

Escuche unos ruidos; creía que era un animal pero entre el silencio me encontré unos seres grandes. Parecían amigables y les pregunté.

- ¿Habéis visto a un niño un poco trasto y rubio?

Ellos me miraron con cara de hambre y de pocos amigos. Se oyó un ruido detrás de ellos ¡Era mi hermano! Los seres me cogieron y me metieron en una especie de jaula con troncos.   Entonces me dijeron que su dueño era el gran ogro verde, e iban a llevarme a su dueño como cocineros porque estaba hambriento. Él me dijo

- ¿Quién eres tú?

Yo le respondí:

- Soy una chica que busca a su hermano travieso.

Le fui a contar la historia de mi hermano y me comentó que no tenía tiempo para historias raras; que quería comer.

Le dije exclamando:

-¡Yo no cocino muy bien!

El ogro me pidió que cocinara para él. Me llevó a su cocina y se veía que había muchos animalitos por ahí. Yo le preparé la sopa casera de mi madre haciendo un hechizo que me enseñó ella. Después de comérselo  me preguntó que qué podía hacer por mí. Yo le dije que me dijera dónde estaba mi hermano; me lo dijo y nos fuimos de allí muy felices.  

 

Elena