miércoles, 18 de diciembre de 2019


Érase una vez un niño que vivía en un arcoíris. Allí, en ese lugar tan maravilloso, solo hay 20 habitantes con dos casas enormes  y tiene muchos amigos.  Son  como una familia porque  que se conocen todos.
En el pueblo  tienen un  huerto. Y cogen la comida de ahí pero es especial porque a todas horas sales, coges un tomate y rápidamente sale otro y esto pasa cuando está el arcoíris.
Entonces, un día en el atardecer, dos amigos, llamados Jorge y Hugo de 13 años, andaban por el huerto para coger comida y vieron un gigante que se acercaba. Podía volar, era gordo y con barba blanca ¡No llevaba ropa! iba en calzoncillos y en la parte de arriba tenía un top y camiseta corta; se le salían todos los michelines.
-Cada vez se acerca más –dijo Hugo  
-Tengo miedo tiene un  aspecto muy raro –exclamó Jorge asustado.
En ese momento los jóvenes estaban aterrorizados y echaron a correr hacia sus casas para avisar a los vecinos
- Vecinos, hay un gigante  con un aspecto muy raro que viene hacia aquí ¿Quién se atreve a preguntarle que quiere? –dijo una voz gritona.
Si está aquí es porque sabe volar o vine con un  avión o porque vivía aquí pero a ese tipo tan raro no lo he visto nadie.
Todos se escondieron en casa.
El gigante va a tocar a la puerta, POM POM POM. Se escucha un golpe muy fuerte y se dirigió para donde estábamos todos nosotros.
Se asomó por la ventana y dijo con una voz muy ronca,:
-¿Quiénes sois todos vosotros? Este pueblo es mío y solo mío.  ¿Quién os ha dado permiso a estar aquí?-dijo el gigante.
-Vamos a ver;  primero se saluda, maleducado, y luego te presentas y nos dices cómo te llamas -contestó un vecino enfadado
- Ni saludo ni nada. Me llamo el hombre del arcoíris, y ¿vosotros quiénes sois?
-Nosotros somos veinte habitantes que vivimos en este pueblo y creo que te has equivocado diciendo que esto es tuyo.
-¿Quéee? ¿Cómo que me he equivocado? Yo fui el primero en este pueblo y este pueblo es mío.
-Creo que se está  haciendo un poco de noche. Será la hora de irse a dormir ya –dijo uno de los vecinos.
-¿Y tú dónde vas a dormir, gigante?-Preguntó Jorge.
- Yo,… pues en el hotel que tenéis aquí.
- No es un hotel. Son nuestras casas así que de eso nada. -Muy enfadado contesto de mala manera Marcos.
-Ya me las apañaré yo.
Cenaron y a la hora de dormir se fueron a sus habitaciones.
El gigante estaba fuera triste y solo.
A la mañana siguiente Marcos y Jorge, salieron a pasear y como vieron al gigante que seguía solo les dio pena y le invitaron a desayunar. Así comenzó una nueva amistad entre Jorge, Marcos y el gigante. Y ya nunca más los vecinos se asustaron de ver al gigante por el pueblo del arcoíris, y al final todos se hicieron amigos.
Colorín colorado este cuento se acabado.



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