En un futuro bastante
lejano dos gemelos de pelo castaño, cara muy blanca, ojos medianos y azules,
boca y nariz pequeñas, orejas grandes, ropa de una pieza color azul claro y, un
dato curioso, siempre hablan sincronizados; sucedió que estaban inventando una máquina
del tiempo. Pero en el proceso de construcción algo ocurrió y los llevó al…1918
y al monte Everest.
De
repente se despertaron y vieron al rey de una sociedad perdida del monte.
- ¿Dónde
estamos?, ¿quiénes sois?, y lo más importante, ¿cuándo estamos? -se preguntaron
los gemelos confusos.
-Hola,
soy…, soy…, el rey de esta tribu-dijo el rey.
- ¿Nos
podéis responder a esas preguntas? -preguntaron los gemelos.
-Os
responderé a una sola pregunta. -dijo el rey.
-¿Cuándo
estamos? – preguntaron los hermanos.
-Año
1918- dijo el rey.
Los
hermanos se pusieron manos a la obra para reconstruir la máquina del tiempo
para poder volver a su casa. En una semana ya estaba lista. Pusieron el año al
que pertenecían y se llevaron al rey con ellos. Pero algo salió mal y no pasó
nada, o si…
El
rey ahora tenía mucho músculo. Entonces un mensajero de otra tribu del monte
Everest vino y dijo:
-
¡Competición de lucha libre! A lo mexicano ya saben:
máscaras, un ring y luchadores. – Anunció el mensajero.
-Es
nuestra oportunidad de volver a casa- Gritaron los gemelos.
Resulta
que el premio es un mineral que les faltaba para la máquina del tiempo
-
¡Competimos! – Gritaron los idénticos.
-
¿Pero quién es el luchador? -Preguntó el rey.
-
Usted, Majestad -Gritaron los doblados (o gemelos).
Y fueron practicando.
Tras una semana estaban listos y fueron luchar.
Primera batalla: ¡el rey contra el Tigre! ¡Señoras y señores,
esto comienza! Tin, tin, tin.
El Tigre tira el rey, pero este se levanta
y le mete tremenda paliza.
Ganador, el rey. -Comentó el comentarista.
-
Nada mal rey. – dijeron los gemelos.
-
No lo veis, es obvio que mi destino es el éxito. –
Presumió el rey.
Tras una semana les tocaba el siguiente rival:
La llama (de fuego).
Segunda batalla:
¡el rey contra La llama! ¡Señoras y señores, esto comienza!, ¡hagan sus
apuestas! ¡claramente, solo si son mayores de edad! – dijo el comentarista. Tin
tin tin.
-Te voy a apagar.
– dijo el rey
Cogió un cubo de agua y ¡pum! Apagado,
combate ganado.
-Fácil. –
presumió el rey.
-Sí, sí. Como sea,
hay que entrenar. – Dijeron.
Y como no… pasó
una semana para el siguiente combate. Y este sería contra el águila.
-¡Señoras y
señores!...
Misma introducción de siempre solo que esta es
la final el rey contra el águila.
El águila empieza
fuerte va a por todas pero que ocurre un acontecimiento inesperado; el rey coge al águila y… uno, dos, tres. Tin,
tin, tin. Gana el rey.
-Gracias por el
mineral. – dijeron los doblados.
-Sin vosotros no
hubiese participado. – dijo el rey.
-Adiós. – Dijeron
todos.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario