PORTADA DEL LIBRO. |
ADEMARO
Y SUS PESADILLAS
por
Alex Belijar García
Ademaro es un niño con montones de pesadillas, así que su amigo Salva decide acompañarle en estas aventuras pero, ¿son las pesadillas de Ademaro? o alguien está detrás de todo esto; descúbrelo en el interior de este libro.
Ademaro, era un
niño como los demás; pero a veces se imaginaba cosas que otros no se
imaginaban debido a su gran imaginación.
Todos los monstruos
nocturnos y feroces que él se imaginaba se lo contaba a sus amigos, pero,
aunque el resto de niños también tenían
miedos, le tomaban por alguien raro, solo porque contara sus miedos.
Un día su amigo
Salva empezó a sentir curiosidad por lo que Ademaro decía.
Así que un frío día
de invierno, Ademaro y Salva prepararon todo para la gran aventura:
Linternas, Mochila caza fantasmas, (mochila con aspiradora) cámara híper fotográfica (cámara con lupas en su lente y zoom), barritas
hipervitamínicas (1kg de chocolate envuelto en una servilleta) y
walkie-talkies.
Al día siguiente…
-¡Ademaro!
-¡Salva! ¿Estás listo para pasar cuatro noches en tu
habitación?
-Sí, Salva, pero va a ser difícil; además, no podremos
dormir más de cinco horas, cualquier monstruo nos podría atacar por la
retaguardia- escalofrío.
En aquel momento su habitación era como un la casa de la bruja en la película de Blancanieves.
Antes de entrar
Ademaro, que solo tenía 12 años, entró en la habitación de su hermano mayor de
17 años y le dejó una nota de despedida por si acaso…
Ademaro notó algo
raro en su hermano, ya durmiendo, pero Salva le llamó.
-Entramos, ¿o qué?
-Vale, vale.
-Aghhh
-¿Qué pasa Salva?
-La puerta no se abre.
- Bufff…
Ademaro rebuscó en
la mochila en busca de algo para abrir la puerta, y cogió la mochila caza
fantasmas.
-Prueba a ver si
abres la puerta con esto,
-Vale.
Arrancaron la
cerradura de cuajo con la mochila caza fantasmas y Salva oyó una risita,
-Ademaro, he oído
algo.
-¿Quién tiene
imaginaciones ahora. Ehhh?
-Estaré cansado…
Abrieron la puerta
y…
-Ademaro, ¿por qué
llenas la habitación de papel de baño?
-Esto no lo he
hecho yo.
Así pasaron los niños la primera noche.
Al día siguiente
estaban agotados, así que durmieron toda la mañana de las vacaciones.
-¡Salva! Despierta,
¿qué es esa sombra que se ve al fondo?
-¿Qué?
-Eso
-Vale, coge la linterna.
Ademaro enfocó y la
sombra atravesó la pared entrando en el baño.
-Bloquea todas las
puertas y ventanas, Salva. Esto va a ser peligroso.
El rostro de la
sombra sonó muy familiar para Ademaro.
Así pasó la segunda
noche y, debido a aquella sombra, Ademaro y Salva no pudieron dormir a la
mañana siguiente.
-Ademaro… esto está
siendo demasiado duro para mí…
-¿Qué te pasa?
-Necesito volver a
casa y recuperar fuerzas - dijo Salva a las
diez de la noche.
-¡Espera!
-¿Qu-é-e-e?
¡La barrita!
Ademaro fue a
buscar la barrita pero la barrita hipervitamínica ya no estaba y una risa muy
peculiar pasó por la cabeza de Ademaro.
Pero aun quedaba un
trozo.
-Toma Salva
-Gra-gra-gracias,
ya me encuentro mejor.
-Menos mal.
-Una cosa Salva
-¿Qué?
-Creo que se quién está
detrás de todo esto…
-¿¡Quién?!
-Mi perro.
-En serio…
-No, es broma; es
mi hermano. Todo encaja, la primera noche noté algo raro cuando le deje la nota
de lo que estaba haciendo, todas las risitas son un clásico de mi hermano, y
aquella sombra, es exactamente la forma del cuerpo de mi hermano mayor.
-Está bien,
Ademaro. Mañana, a las nueve y media de la tarde, la última noche, resolveremos
el caso.
-Vale, ahora a
dormir que ya son las seis de la mañana.
Cuando todos los
miembros de la familia se fueron a dormir, 24 de diciembre de 2014 empieza la
gran aventura.
Ademaro y Salva se
dieron un abrazo que podría ser el último. Y emprendieron la aventura
-Cógelo todo,
salgamos de esta habitación por fin.
-Salva, me muero.
-¿Qué?
-De hambre, ¡jajaja!
-No bromees con
eso.
-¡Agáchate Salva!
-¡Ahhhhhh!
Una bola de hierro
pasó por la cabeza de Ademaro y Salva.
-Ufff , te he
salvado Salva
-Sí...
Al fondo del
pasillo estaba la habitación del hermano de Ademaro.
-El suelo se está
destrozando dijo Salva.
-¡Sí!
-Corre.
-Ambos se agarraron
al pomo de la puerta del hermano de Ademaro.
-¡Ufff!, -dijeron a
coro los dos.
Abrieron la puerta
de la habitación de Ademaro y…
-¡Felicidades,
Ademaro!
-¡Jajajaja! -dijo Ademaro
Y Salva, con cara
de tonto, abrazó a Ademaro.
El final no estuvo
mal pero sus amigos sí les creyeron porque todo estuvo grabado con la cámara
hiperfotográfica que les quitó el hermano de Ademaro sin que se dieran cuenta.
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