La contaminación crea un monstruo.
África, año 3.010,
el mundo está invadido por la contaminación. Solo África, no se sabe cómo, ha
evolucionado al contrario que los demás continentes y ahora tiene bosques
kilométricos, lagos dulces, mares con muchas especies marinas, etc. En resumen,
como si hubiese ido hacia atrás los últimos 2.000 años.
Bueno, a lo que
íbamos. Estaba a punto de presentar a la niña más interesante que os podáis
maginar. Su nombre era Mahaira, tenía ojos verdes, cabello rubio y era amable; por lo visto estaba pasando por una depresión porque
su padre había fallecido. A Mahaira le costaba concentrarse en clase y a su
madre ir al trabajo.
Un día, cuando
Mahaira volvía del colegio, oyó un ruido que venía del río. Cuando se acercó vio
un monstruo que salía del agua sucia. Tenía los ojos transparentes, como si
fuese agua de alcantarilla. Estaba comiéndose la contaminación y haciendo un
ruido espantoso y aterrador. Cuando Mahaira se disponía a irse a su casa a
contárselo a su madre, partió una rama sin querer y el monstruo fue hacia ella.
La niña corrió despavorida pero el monstruo la seguía.
Por fín, llegó
a casa y se lo contó a su madre, que no la creyó. Pero ella estaba muy segura
de lo que había visto, así que volvió al mismo sitio donde vio al monstruo.
Cuando llegó
el monstruo no estaba, pero había rastro de que se había ido de allí rápidamente.
De repente, el monstruo se le apareció por detrás y le dijo :
- Necesito
ayuda. Unos cazadores me siguen y quieren que deje de tragarme la contaminación,
pero si dejo de hacerlo me moriré. ¿Me podrías ayudar?-dijo el monstruo.
- Claro que
puedo, pero primero tienes que contarme tu historia-dijo Mahaira temblando.
Vale- respondió
el monstruo-. Cuando me desperté hace 2.000 años no sabía quién era, pero 1.000
años después lo descubrí. Mientras tanto me di cuenta de que necesitaba
contaminación y poco a poco entendí que
los que me habían creado erais vosotros. Me habíais despertado cuando llevaba
dormido 4.540 millones de años; por eso no recordaba nada. Y cuando me descubrieron
intentaron destruirme.
- Pero, ¿por
qué? –preguntó Mahaira.
- Porque ellos
quieren volver a contaminar el mundo y arruinarlo todo. Y ahora que te he
contado mi historia, ¿me vas a ayudar? –gimió el monstruo.
- Vale –fue la
respuesta de Mahaira.
- Espera, ¿has
oído eso? Creo que son los cazadores. ¡Corre¡ –gritaron al unísono.
Después de
correr durante 10 minutos miraron atrás y vieron que les perseguían en coches
todoterrenos. Como Mahaira no podía más, el monstruo la cogió y la subió en su
mano derecha y se escondieron entre los árboles.
- Creo que los hemos despistado
-dijo Mahaira. Pero de la nada salió un misil y le dio al monstruo. Mahaira se
giró y vio al monstruo derritiéndose. El monstruo se giró y dijo:
-
Tranquila, Mahaira. Volveré dentro de poco
cuando me necesites.
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