jueves, 14 de noviembre de 2019


Nerea Torres Hidalgo

Paco y el sol

Había una vez una ciudad pequeña que se llamaba Periquitos porque había muchos periquitos. En esa ciudad estaba un niño llamado Alberto. Alberto era muy listo, tenía el pelo castaño, era bajito y sus amigos le decían que era más pequeño que una pulga.

Un día los niños se fueron a otro país, entonces Alberto se puso a saltar de alegría.

Alberto descubrió de dónde viene la luz del sol. Dijo que venía de un dios mágico que, cuando sale el sol, alumbra con una linterna gigante; que cuando llega el medio día, un lorito pequeñito le decía a qué hora tenía que alumbrar. Todos los días el lorito Paco viene y vuelve todo el rato. Cuando es de noche, Paco descansa; tiene que despertarse muy pronto para decirle al dios que tiene que alumbrar.

Y así es, todos los días tenemos sol menos cuando Paco esta malito;  entonces el dios pone nubes o, cuando quiere, pone lluvia, rayos, relámpagos...

 

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