UNA VIDA MUY PELIGROSA
Érase una vez un niño, tenía 9 años,
era rubio con ojos azules, muy sociable y tenía muchísimos amigos.
Un maravilloso
día de verano, se marchó con su familia de vacaciones a Teruel, porque sus
papás le habían prometido que, si se portaba bien, irían a visitar Dinópolis como
regalo de cumpleaños.
Cómo el niño se
portó muy bien se fue en Agosto a Dinópolis con sus papás y su hermano pequeño.
Al entrar en
Dinópolis encontraron gran cantidad de dinosaurios y fósiles de todo tipo (animales,
plantas, etc…). Entre ellos había tres esqueletos de dinosaurios, de diferentes
tamaños.
La ilusión del niño era ser
científico y encontrar una fórmula que reviviera a los dinosaurios.
Pasaron los años
y el niño se hizo mayor. Y estudiando mucho consiguió su gran sueño, ser
científico y encontrar una fórmula para revivir a los dinosaurios.
Al final revivió
a un gran Rex, lo adiestró y se lo llevó a su casa a vivir. Con el paso del
tiempo, se hicieron muy amigos y vivieron una vida llena de aventuras.
FIN
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