jueves, 9 de mayo de 2019


La ardilla y el castor

Un día, la ardilla caminaba por el bosque y al pasar cerca del río vio a su amigo el castor tumbado a la sombra de un pino.
 Esta pensó que le pasaba algo porque en esas fechas tenía que construir su presa, pues en invierno no trabajaría por el frío y estaría en su albergue.
La ardilla fue en su ayuda y le preguntó preocupada:
- ¿Estás bien, Castor?
- Sí, se está de maravilla a la sombra de este pino.
- ¿Pero no tienes que hacer la presa?
- Sí, pero me da pereza; la haré otro día.
- Allá tú. Cuando llegue Marzo lloverá muchísimo, según el “Sabio Elefante”.
Y los días pasaban y seguía sin crear la presa. Llegó el invierno y el castor se fue a su hogar.
En Marzo empezó a llover y el río subía. El castor asustado intentó construir una presa en una semana pero le salió muy mal por ir rápido.
Un día el río se desbordó y nunca más se supo nada sobre el castor.


Moraleja:
Como dice el refrán “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” pero si haces las cosas hazlas bien, porque lo que bien hecho está buen uso tendrá.






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