El
perro y la gata
Erase una
vez un perro y una gata que se llevaban muy bien pero
los amigos/as no pensaban
así. Querían que los perros y los gatos se llevaran mal, y sobre todo si el
perro es un chico y el gato es chica.
Un día,
cuando el perro y la gata estaban juntos, les separaron y los
perros le dijeron
al perrito:
-Tú eres un
perro y tienes que morder a los gatos, no darles mimitos.
El perrito preguntó:
-¿Por qué?
-Porque
eres un perro, y eso es lo que hacen los perros.
Los gatos
le dijeron a la gata:
-¿Por qué
estás con ese chucho? Se supone que tienes que atacarlo, morderlo, arañarlo.
Y la gata
preguntó:
-¿Por qué?
-Pues
porque eres un gato y eso es lo que hacen los gatos, no estar todo el día juntos.
Un día el
perro y la gata se vieron, se sentaron uno al lado del orto;
Después de
un rato (en un silencio incómodo) le dijo la gata al perro:
-Se supone
que debería atacarte. (Lo dijo en voz baja).
El perro le
respondió:
-Ya, yo también.
(Lo dijo él también en voz baja).
El perro dijo:
-¿Por qué
tenemos que ser así? ¿Por qué tenemos que hacer esto?
La gata
dijo:
-No lo sé.
El perro se
levantó con sobresalto y dijo:
-¡No
tenemos que hacer eso!¡No tenemos por qué!
La gata también
se levantó y dijo: -¡Tienes razón! ¡No nos pueden obligar a hacer lo que no queremos!¡No
es nuestro deber y tampoco nuestra obligación!
Se dieron
la mano viendo el atardecer y dijeron:
-¡Somos libres
de hacer lo que queramos y nadie nos obligará a hacer lo que no nos guste.
Moraleja: Tú eres libre de
decidir por ti mismo; los demás no te pueden obligar a hacer lo que no quieres;
pero eso no significa que no tengas que hacer
tus obligaciones.
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