Hacía una mañana de frío en
París. Un muchacho de unos 20 años, llamado Rubén, estaba paseando por las
calles de París, ya que había acabado los estudios y los exámenes de la
Universidad.
En esa misma mañana se fue a
desayunar a una cafetería donde se encontró con la chica más guapa y perfecta
que había visto en mucho tiempo; así que cuando ella le vió, también le gustó. Se
acercó a ella y le preguntó su nombre; se llamaba Claire. Los dos tenían
vergüenza por decirle al otro si quería quedar. Pero Rubén le pidió ir a dar un
paseo por la torre Eiffel. Claire aceptó, pues no tenía otro remedio.
Por la noche, cerca de la torre Eiffel,
se fueron a cenar a un restaurante carísimo.
Allí, se fueron conociendo hasta
que se gustaron el uno al otro de verdad.
Quedaron día tras día, pero al
final llegó un punto que se gustaron tanto que Claire se quería casar con él.
Al cabo de unas dos semanas que
se lo pensó, le pidió casarse, pero Rubén se tenía que ir a España porque ya
había acabado de estudiar francés y ya se venía de las vacaciones de allí. Cuando
le fue a responder fue un apuro, pero al final se lo dijo. Claire se puso tan
triste que cuando se fue Rubén, decidió quitarse la vida porque pensaba que no
merecía la pena vivir sin él.
Y así, es como acaba una historia
romántica y trágica en París,
Diego.
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