domingo, 3 de mayo de 2015

TRABAJO REALIZADO POR SERGIO

EL ECLIPSE



Era un día muy soleado. Estábamos jugando todos al fútbol;

nos lo pasamos muy bien.

 

Pero al poco tiempo nos aburríamos y empezamos a contar historias de miedo sobre que se iban a ir la luz y que iban a venir extraterrestres y nos iban a comer...

Toda la noche tuve pesadillas pensando en lo que me dijo mi amigo y casi no pude dormir.

 

Al día siguiente volví a jugar al fútbol con mis amigos y les pregunté si la historia del día anterior era vedad. Ellos dijeron que si y también dijeron que iba a pasar ese mismo día, a las 16:30, después del colegio.

Yo me fui a casa preocupado y se lo comenté a mis padres y ellos no se lo creyeron;  pensaron que les estaba engañando.

Como yo veía que no me hacían caso, me fui a mi habitación cabreado y pensando: ¿Qué pasará cuando se cumpla la historia de los marcianos?, ¿el mundo seguirá o desaparecerá?

Miré el reloj y veo ¡que solo queda una hora para las 16:30!

Me preguntaba que podía hacer.

Estuve pensando unos diez minutos hasta que al final se me ocurrió algo.

Primero iba a intentar convencer a mis padres, pero ese plan falló; no les convencí. Tuve que hacer mi plan B que era irme a su habitación, coger alguna pistola de mentira, cerrar la puertas con cerrojos y las ventanas con palés de madera que se había encontrado en el contenedor que estaba  enfrente de  casa.

Cuando hice paso a paso el plan B,  estuve en mi habitación pensando: ¿por qué mis padres no me hicieron caso?

Eran la 16:25 faltaban 5 minutos para que se fuese la luz y llegaran los extraterrestres a invadir el mundo.



 

 

Volví a mirar al reloj y eran ya las 16:30. De repente, se escucha un fuerte ruido que provenía del exterior de su casa.

Me asomé por un agujerito pequeño que había en el palé y vi que ya no había sol; es decir, ¡no había luz a las 16:30!

 



 

Pensaba que el sol se había fundido.

De repente, alguien llama a la puerta de mi habitación y decidí no abrir y callarme la boca para que no me escucharan. Cada vez tenía más hambre y más sueño; Al final me dormí.

Al día siguiente, al despertar, bajé a desayunar y me encontré a mi familia desayunando. Mi padre me preguntó:

-¿qué te  pasó ayer que te encerraste en tu habitación?.

 

Contesté:

-Estaba encerrado porque iba a ser el fue el fin del mundo.

 


 

Mis padres se rieron, y me dijeron:

- No fue el fin del mundo; solo hubo un eclipse de sol.

-¿Un eclipse? ¿Qué es eso? ¿ Entonces no se fundió el sol?.

-No, sólo fue un fenómeno de la naturaleza. La luna se puso enfrente del sol y por eso se fue la luz.

-¿Entonces no hubo una invasión de extraterrestres?

-¡No! ¿Quién te ha dicho eso?

-Mis amigos, con quienes juego al fútbol todos los días.

-¡Ah, vale! Otro día no hagas caso de esas historias; casi todas son fábulas.

-Bueno, tendrás hambre; has estado todo el día de ayer encerrado en tu habitación.

-Sí, por favor. Dame algo de desayunar.

¡Mmmmm, qué rico!!!

 

fin

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