miércoles, 6 de mayo de 2015

TRABAJO REALIZADO POR SAMUEL



EN UNA ALDEA DE GALICIA

 
Que yo recuerde, cuando más miedo he pasado en mi vida fue un viaje que hicimos a Galicia para asistir a un bautizo. Estuvimos hospedados en una zona dónde solo había dos casitas, un pueblo fantasma, aldeas despobladas, rodeado de un bosque; no había mucha gente,  solo bosque y los demás invitados al bautizo.  No había mucha iluminación, no había señal de tv o radio, tampoco de móvil. Cuando anochecía, una obscuridad cubría todo y no se podía ver nada más lejos de 2 metros.

La primera noche, dormimos mi hermano y yo en una habitación en buhardilla. Empezamos a oír aullar a los lobos y teníamos tanto miedo. Parecía que los teníamos en la puerta de la habitación. No nos atrevimos a salir en toda la noche, estábamos rodeados de lobos. Nunca en mi vida he pasado más miedo. Nos asomábamos por la ventana y los veías, como acechándonos.


Con nosotros estaba un amigo de la familia, un chico mayor que nosotros, Jaime,  de unos 13 años, que veraneaba en una de las dos casas que había. En una ocasión, al atardecer, nos llevó  de excursión porque nunca habíamos estado ahí y queríamos ver un lago que había más arriba.  Al ir, nos quedamos ahí charlando;  sin darnos cuenta nos agarró la noche y no podíamos volver por lo obscuro que estaba. Empezamos a caminar de regreso tranquilamente y en silencio,  cuando escuchamos que algo gruñó.  Los tres al mismo tiempo, nuestro nuevo amigo, mi hermano y yo,  nos quedamos parados y en ese momento escuchamos un segundo gruñido pero más cerca. Todos comenzamos a buscar palos o piedras, lo primero que cayera en nuestras manos. Yo solo encontré un par de piedras; los demás ya tenían palos viejos y secos con que defenderse pero yo no encontré ninguno. En eso, mi amigo me dijo que se movía algo y era verdad; algo que no alcanzamos a oír acercarse se había movido, estaba a un lado de nosotros y no lo habíamos visto o escuchado. Corrió a gran velocidad cuando se dio cuenta que lo vimos, pero parecía un lobo.  Creí que era un lobo o un zorro. En mi vida he corrido más, no veíamos a penas nada, pero creo que la buena suerte nos acompañó y no sé cómo pero pudimos llegar a casa. Por Dios,  que miedo!!!!!!!

La segunda noche decidimos quedarnos en casa al calor de la chimenea, pero nuestro amigo nos empezó a contar historias de la zona. Al parecer hay una leyenda de un hombre lobo  que vive en el bosque que estuvimos. Todos hemos oído la leyenda del hombre lobo, lo hemos visto en el cine y en la televisión, pero que te la cuenten en esa casa, oyendo a los lobos, a penas con luz, con velas y el fuego, os prometo que es para salir corriendo….y además Jaime lo vivía. Mi hermano y yo creo que hasta tiritábamos.

Empezó a contarnos que hace mucho tiempo existió un hombre que trabajaba en una oficina con máquinas. Un día llegó a su casa y tomó su té con galletitas de todas las tardes, luego decidió ir al bosque a tomar aire.
De pronto, estando en el bosque, vio que algo se movía, fue a ver que era y se encontró con un lobo, éste se lanzo hacia él. Empezaron a pelear y en medio de la lucha el lobo lo ¡mordió! El hombre le pegó una patada y huyó a su casa. Al llegar, se durmió. Al día siguiente fue al trabajo.

Por fin llegó la noche, noche de luna llena; sólo faltaba un minuto para las doce, nuestro desafortunado amigo se encontraba en la azotea de su casa y, justo al sonar el gran reloj de la plaza, sus ojos se volvieron rojos, sus costillas empezaron a sufrir modificaciones genéticas, su corazón latía a paso veloz,  acabando con un gran aullido; la transformación se había realizado. Había cruzado la puerta entre la realidad y lo fantástico, el hombre lobo había dejado de ser una leyenda urbana.

No podía controlar las ganas de comer y saborear la sangre humana; ya eran incontenibles. Por más que intentaba, no pudo por lo que decidió que tenía que irse a vivir al bosque, para intentar no matar a nadie. Pero su instinto asesino era incontrolable.

Pasaron los días y continuó matando animales  y todos los días intentaba controlar las ganas de sangre humada. Cuenta la leyenda que  hubo un momento que ya no pudo, y por eso han ido desapareciendo personas de las que nunca se supo nada y que al parecer fueron comida del hombre lobo. En la noche de luna llena se escuchan aullidos…. Y chicos hoy hay luna llena ….silencio….Adri, Samu, callar…..

Y de repente, oímos un gran aullido……

 

Fin

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