lunes, 4 de mayo de 2015

TRABAJO REALIZADO POR CANDELA

 

La mansión del Trasgu

PERSONAJES

PAPÓN.- Es un personaje mitológico asturiano que rapta y come niños. Tiene aspecto de bueno pero no lo es.

 
EL COCO.- Es un personaje infantil. Se dedica a raptar niños por las noches.

 


EL HOMBRE DEL SACO.- Ser mitológico asturiano que coge niños por las noches, los rapta y se los come.



EL CUÉLEBRE.- Es una serpiente gigantesca que custodia tesoros. Con los años le salen alas de murciélago. Sólo se muere comiendo piedras al rojo vivo o con una hogaza de pan llena de alfileres.


EL DIAÑU BURLÓN.- Es un ser mitológico que tiene normalmente forma de caballo aunque se puede transformar. Gasta bromas muy pesadas.

 
EL TRASGU.- Es un duende que vive en las casas. Es travieso y no deja dormir a las personas. A veces las familias tienen que irse de las casas porque no soportan vivir con él.

LA ZAMPARRAMPA.- Es una mujer deforme que crea caos en las casas.



LES XANES.- Son ninfas que guardan tesoros bajo las aguas y viven en paisajes naturales, al lado de ríos y fuentes. Son chicas jóvenes muy bellas que se peinan con peines de oro.

 
LES VENTOLINES.- Son duendes extremadamente pequeños que duermen a los niños y cantan a les Xanes en la noche de San Juan para que bailen.


 
Capítulo I.- La despedida

Una noche de verano, en Tapia de Casariego, el Coco decidió llamar a Papón y al Hombre del Saco para comentarles que aquella situación no podía seguir así.

Los tres se dedicaban a lo mismo, raptaban niños por las noches y aquel pequeño pueblo de la costa asturiana se les quedaba pequeño porque no había tantos niños como para repartir entre los tres.

Algunas veces Papón había ido a Ribadeo, pero como es un pueblo de Lugo, nadie le hacía caso.

Se sentaron y comenzaron la discusión. Buscaron alternativas como repartirse los días de la semana, los meses del año…Pero no se ponían de acuerdo.

Entonces el Coco les propuso lo siguiente:

·         No os preocupéis, chicos. Yo me iré a Oviedo a vivir. Tengo un primo que me ha comentado que viven muchísimos niños allí. Podré vivir sin problemas aunque echaré de menos el mar.

·         ¿Estás seguro?, le dijo Papón.

·         Sí, en serio, no os preocupéis por mí. He comido un par de niños esta noche y tengo fuerzas suficientes para llegar hasta allí. Vosotros dos quedaros aquí. Hay niños suficientes para dos, pero no para tres…

Y así fue. El Coco recogió sus cosas, hizo una maleta y emprendió el camino hacia Oviedo.


 
Capítulo II.- Haciendo amigos

El viaje era mucho peor de lo que él se había imaginado. No hacía demasiado buen tiempo, llovía un poco, hacía frio...

Después de muchas horas caminando, vió la luz de una hoguera que salía del interior de una cueva y se dirigió hacia ella.

Al llegar reconoció al Cuélebre que estaba sentado con el Diañu burlón, que se calentaban al fuego.

Le invitaron a pasar y le contaron que estaban viviendo juntos porque, con la crisis económica, había escasez de cuevas.

·         ¡Qué me vais a contar a mí de la crisis!,- dijo el Coco. He tenido que dejar mi pueblo para irme a Oviedo por la escasez de niños. La gente ahora tiene menos hijos porque suponen gastos.

·         ¡Madre mía!, -dijo el Cuélebre.- Pero no te preocupes, si quieres puedes quedarte aquí unos días para descansar y coger fuerzas. Oviedo todavía está lejos de aquí.

·         ¡No sabes cómo te lo agradezco! Estoy agotado. Necesitaría reponer fuerzas durmiendo un poquito.

·         Tranquilo, no te preocupes, -le dijo el Diañu.

Y así fue como el Coco decidió quedarse unos días.

Cuando se despertó por la mañana, vió que la cueva estaba llena de tesoros. Eran los tesoros del Cuélebre. Había monedas de oro, diamantes de todos los colores y tamaños, joyas, sortijas, anillos, collares, pulseras, coronas…

Intentó tocar una sortija que le llamó mucho la atención y el Cuélebre le dijo:

·         Coco, vamos a ser amigos. Igual que yo no me voy a dedicar a comer niños, tu no debes tocar estos tesoros. Son míos y me puedo enfadar mucho si coges algo.

·         Yo de ti le haría caso,- dijo el Diañu,- porque la última vez que toqué sus tesoros se dedicó durante un mes a hacerme la vida imposible. Y aunque yo le hacía bromitas de las mías, no conseguí que se le pasara el enfado.

Durante meses, compartieron la cueva y se hicieron grandes amigos. Pero como no había niños por la zona, el Coco decidió emprender su viaje de nuevo.

Estaba muy triste porque no quería dejar a sus amigos y entonces, se le ocurrió una gran idea:

·         ¿Por qué no os venís también conmigo a Oviedo a casa de mi primo? Mi primo es un Trasgu que se fue a vivir a casa de unos señores multimillonarios a las afueras de Oviedo. Les gastó una broma tras otra a los habitantes de la casa pero no conseguía que se fueran. Por eso llamó a su amiga, la Zamparrampa, a la que le dijo que si le ayudaba a conseguir la casa, podrían vivir juntos en la enorme mansión.

·         Y ¿qué pasó?, preguntó el Diañu.

·         Pues nada. Que dos días más tarde la mansión era suya.

Durante un buen rato les describió la mansión: tenía seis pisos, cuatro piscinas, dos pistas de fútbol, una de baloncesto, un gimnasio, un jacuzzi enorme…

Estaba situada en un campo precioso y por dentro, las escaleras eran de oro y plata.

En aquella casa había sitio para todos y a su primo el Trasgu no le importaría que fuese más gente a vivir con él, porque así nunca se sentiría sólo y podría gastar más bromas a más gente.

Al Cuélebre le pareció una idea fantástica. ¡Por fin iba a abandonar aquella cueva! ¡Se había acabado la crisis para ellos!

El Diañu se lo pensó un poco más porque iban a ser muchos gastando bromas. Pero al final decidió que era lo mejor porque no quería estar solo sin sus dos mejores amigos.


Capítulo III.- Oviedo

Después de varias noches caminando, llegaron a Oviedo y al ver la casa se quedaron alucinados de lo bonita y grande que era.

La Zamparrampa los recibió con cara de perro porque ella era muy desagradable. Pero el Trasgu se puso muy contento al ver a su primo.

·         Esta noche haremos una fiesta. Es la noche de San Juan y tenemos que celebrar que mi primito ha vuelto conmigo después de tantos siglos sin vernos.

·         Gracias primo, -dijo el Coco.

Cuando anocheció, el Trasgu los llevó a uno de los jardines de la mansión, que estaba  a la orilla de un río.

Allí se encontraron a les Ventolines cantando a les Xanes, mientras ellas bailaban y cepillaban su hermoso pelo con peines de oro.

Una de les Xanes gritó:

·         ¡Por fin ha llegado tu primo! ¡Bienvenidos!

La fiesta fue fantástica y todos se lo pasaron genial. Tanto fue así, que se quedaron a vivir todos juntos y felices para siempre.


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