LA HISTORIA DE RASHIM
(Ninguna Esclavitud)
Pablo es un niño de 10 años, que vive con sus padres en un
pequeño pueblo de Granada. Llegó el día de su cumpleaños y sus padres y él
fueron a una tienda de deportes. Sus
padres le compraron unas botas de fútbol como regalo.
Estaba muy contento con
sus botas nuevas e iba a jugar todas las tardes con sus amigos a un campo de
fútbol que había en frente de su casa.
Llegó el verano, y los padres de Pablo y él se fueron de
vacaciones a la India. Le habían contado que era un país muy bonito; visitaron
el Taj Mahal y también una esfera dorada que todos los habitantes del país visitaban
cada día y se llamaba Matrimandir.
Un día, cuando volvían de hacer un tour, al llegar a su
hotel se encontró con un niño muy simpático. Le dijo que él es el que ponía las
toallas a cada habitación y Pablo le preguntó:
- ¿Quieres ser mi amigo?
Y el niño le dijo:
- ¡Claro. Encantado de conocerte!
Pablo llevaba puestas las botas de fútbol que le regalaron
sus padres y le preguntó a su amigo que se llamaba Rashim:
- ¿Quieres jugar al fútbol conmigo?
Rashim le dijo:
- Me encantaría jugar contigo, pero estoy trabajando. Si
quieres, cuando termine esta noche, echamos unos tiros a puerta.
Pablo se quedó extrañado, al saber que un niño tan
pequeño podía trabajar y además hasta
tan tarde.
Llegaron las 10:00 de la noche y por fin se pudo encontrar
con Rashim. Corrieron para jugar con la única luz de la luna. De repente Rashim
se quedó fijamente mirando las botas de Pablo y le dijo:
– Yo he fabricado unas botas como las tuyas.
Pablo se quedó alucinado por lo que le acababa de contar
Rashim. Se quedaron hablando toda la noche y Rashim le contó cómo era su vida,
trabajando desde muy pequeño para poder llevar dinero a su casa para que él y
sus hermanos pudieran comer. Pablo se quedó impresionado al escuchar la triste
historia de su amigo. Subió corriendo a
su habitación y les contó todo a sus padres.
Pablo decidió que nunca más compraría botas de fútbol hechas
en ningún país en donde obliguen a los niños a trabajar. Desde ese día la
familia de Pablo envía a Rashim dinero para que él y sus hermanos puedan ir a
la escuela y puedan comprar comida sin
tener que trabajar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario