lunes, 29 de enero de 2018


Érase una vez, en  un pueblecito de África, una niña llamada Dinda. Ella tiene solo 8 años, lleva el pelo corto, mide 1.20 y tiene los ojos azules como el cielo.
Dinda, era una chica muy lista y afortunada porque, en su pueblo la mayoría de mujeres se tenían que quedar en casa lavando los platos, lavando la ropa y todo eso. El caso es que Dinda, está enamorada. El chico que le gusta  se llama Pablo; él también es muy listo. Viene de Europa por adopción y se le da genial dibujar. A ella le encantaría formar una familia con él, y que sus hijos también fuesen al colegio. También sueña con una gran boda; de invitados sus familiares y los suyos y sus amiga Elena y Paula. Pero hay un problema, ella sabe que en su pueblo prohibido casarse con un blanco. Otras razones por las que le gusta Pablo, es porque la gente se ríe de ella porque es bajita,  así que cuando se ríen de ella, la defiende.
Y así fue su infancia con Pablo, a los 25 la pidió salir y ahora os contaré lo que pasó en el cumpleaños número 35.
Había invitado a sus padres, a sus amigas con sus novios y a Pablo. Cuando estaban dando los regalos fue cuando pasó; Pablo la pidió matrimonio y obviamente ella dijo que sí. Ahí fue donde apareció el problema, ¡en ningún lugar de todo África les dejaron casarse! Estuvieron buscando y viajando donde casarse durante 10 años y no encontraron donde pudieron casarse. Un día el padre de Dinda se murió y antes de eso el padre les dio todo el dinero que tenían para poder viajar a Europa y casarse y así fue. Viajaron a Europa y se casaron, ¡hasta tuvieron hijos!
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.


Conclusión: Nunca pierdas la esperanza.


Joaquín

No hay comentarios:

Publicar un comentario