martes, 15 de octubre de 2019


El libro mágico
Había una vez una aldea en la que vivían muchos aldeanos, peces y aves. Los aldeanos protegían un libro mágico muy importante que hacía que tuvieran gravedad. La gravedad es lo que hace que toda la gente se quede pegada al suelo por lo que el libro era lo más valioso que tenían y lo protegían lo mejor posible. Como era una aldea, solo una simple aldea, no tenían armas muy avanzadas.
  


Un día un grupo de aves decidieron que los humanos deberían volar como ellos y llamaron a todas las aves de la aldea para avisarlas de la noticia. Estuvieron todas de acuerdo así que se pusieron manos a la obra para elaborar el plan. Lógicamente sabían que tenían que romper el libro mágico y burlaron a los guardias de la aldea para arrancarles el libro que tenían en su poder. Una vez en las plumas de las aves, picotazo a picotazo, fueron arrancando las paginas. Según las iban arrancando todos los habitantes de la aldea notaban que cada vez había un poquito menos de gravedad.   
Cuando las aves arrancaron todas las páginas estaban todos volando. Los peces gritaban:
-           ¡Nos ahogamos!
Y la gente decía:
-          ¡Socorro!.
Y justo en esos instantes, nadie sabe de dónde vino, apareció un espíritu. Era el espíritu de la gravedad y bajo a todos al suelo. Mágicamente colocó todo en su sitio y claramente las aves no podían parar de reír  hasta que llegó el espíritu de la gravedad y se puso delante de ellas; se les borró la alegre sonrisa de la cara. Les castigó un tiempo caminando como los humanos y los aldeanos ya no tuvieron que preocuparse por proteger nada.


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