miércoles, 3 de diciembre de 2014

JUAN MARTÍ PRAT 1940/2004
 

O como le llamaba mi padre, el tío Juan.
Era un cuñado de mi abuela Julia.
Nació en Barcelona en 194o. Según cuenta mi padre, aunque él no lo vivió, una época muy difícil en España, recién terminada la guerra civil. Su madre se llamaba Consuelo; trabajaba lavando ropa para otras personas para ganarse algo de dinero. Su padre trabajaba en el puerto de Barcelona; hombre, según cuentan, al que le gustaba mucho la juerga.
Cuando Juan, el tío Juan, tenía 9 años, murió su madre de tuberculosis. Al no tener ningún hermano pasó a depender de su padre. Este seguía con las misma costumbres: bebía y frecuentaba sitios, poco recomendables, de la noche barcelonesa.
Juan estaba muy cansado de la vida que llevaba su padre; pasaba calamidades y se sentía solo. Un día después, de oír muchas noticias de todos aquellos que se iban a Sudamérica, decidió, con solo 14 años, embarcarse rumbo a Venezuela.
Logró colarse en un barco de polizón puesto que no tenía dinero para el pasaje y con su edad tampoco le hubieran permitido viajar solo. Se escondió entre unas cajas de mercancía, pero los pocos días se dio a conocer ya que el hambre le podía. El capitán del barco le puso a trabajar en las cocinas del barco.
Después de casi tres semanas de viaje, llegó a Venezuela cargado con mucha ilusión por tener una vida mejor.
No le costó mucho encontrar trabajo en una tienda de telas cuyo  dueño era catalán y que, además, lo acogió en su casa. Empezó a trabajar muy duro, ahorrando cada bolívar.
Cambió varias veces de trabajo, casi todas ellas relacionadas con el comercio hasta que, un día, pasado ya los años, montó su propio negocio. Entonces conoció a Vicky (la hermana de mi abuela), se enamoraron, se casaron y tuvieron una hija, mi prima Teresa. Trabajaron muy duro en su negocio; eran años de mucha prosperidad en Venezuela, lo que le permitió ahorrar un buen dinero y regresar de nuevo a España, concretamente a Barcelona, y montar allí un negocio.
Juan, según me cuenta mi padre, fue una gran persona, muy luchadora, trabajadora pero, sobre todo, muy valiente al meterse de polizón en aquel barco, empujado por la necesidad  de buscar una vida mejor, y lo consiguió.
Ahora, después de contarme la vida de esta persona, me doy cuento de lo que tiene que pasar todas esas personas que quieren llegar a España, o a otros países de Europa, en busca de trabajo y una vida mejor.

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