JUAN MARTÍ PRAT
1940/2004
O como le llamaba mi padre, el tío
Juan.
Era un cuñado de mi abuela Julia.
Nació en Barcelona en 194o. Según
cuenta mi padre, aunque él no lo vivió, una época muy difícil en España, recién
terminada la guerra civil. Su madre se llamaba Consuelo; trabajaba lavando ropa
para otras personas para ganarse algo de dinero. Su padre trabajaba en el
puerto de Barcelona; hombre, según cuentan, al que le gustaba mucho la juerga.
Cuando Juan, el tío Juan, tenía 9 años,
murió su madre de tuberculosis. Al no tener ningún hermano pasó a depender de
su padre. Este seguía con las misma costumbres: bebía y frecuentaba sitios, poco
recomendables, de la noche barcelonesa.
Juan estaba muy cansado de la vida
que llevaba su padre; pasaba calamidades y se sentía solo. Un día después, de oír
muchas noticias de todos aquellos que se iban a Sudamérica, decidió, con solo 14
años, embarcarse rumbo a Venezuela.
Logró colarse en un barco de polizón
puesto que no tenía dinero para el pasaje y con su edad tampoco le hubieran
permitido viajar solo. Se escondió entre unas cajas de mercancía, pero los
pocos días se dio a conocer ya que el hambre le podía. El capitán del barco le
puso a trabajar en las cocinas del barco.
Después de casi tres semanas de viaje,
llegó a Venezuela cargado con mucha ilusión por tener una vida mejor.
No le costó mucho encontrar trabajo
en una tienda de telas cuyo dueño era catalán y que, además, lo acogió en su casa. Empezó
a trabajar muy duro, ahorrando cada bolívar.
Cambió varias veces de trabajo, casi
todas ellas relacionadas con el comercio hasta que, un día, pasado ya los años,
montó su propio negocio. Entonces conoció a Vicky (la hermana de mi abuela), se
enamoraron, se casaron y tuvieron una hija, mi prima Teresa. Trabajaron muy
duro en su negocio; eran años de mucha prosperidad en Venezuela, lo que le
permitió ahorrar un buen dinero y regresar de nuevo a España, concretamente a
Barcelona, y montar allí un negocio.
Juan, según me cuenta mi padre, fue una
gran persona, muy luchadora, trabajadora pero, sobre todo, muy valiente al
meterse de polizón en aquel barco, empujado por la necesidad de buscar una vida mejor, y lo consiguió.
Ahora, después de contarme la vida de
esta persona, me doy cuento de lo que tiene que pasar todas esas personas que
quieren llegar a España, o a otros países de Europa, en busca de trabajo y una
vida mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario