miércoles, 29 de abril de 2020


La alameda 

Cuenta la leyenda que en un bosque boreal de Canadá andaba un explorador en busca de un manantial para encontrar la cura a una enfermedad. 
 El explorador sorprendido se detuvo ante un claro, vio un hombre mayor regando ese claro y el explorador curioso se acercó al viejo. 

- Señor, usted sabe que está dando agua a la tierra, ¿no?- preguntó el explorador. 

- No – respondió el viejo- yo planté aquí semillas de álamo.  

- ¿Hace cuánto que las plantó?- preguntó intrigado el explorador. 

- 20 años – dijo sonriente el viejo. 

El explorador sintió pena por el viejo y pensó que había perdido la cabeza. Se despidió del viejo y prosiguió su camino hasta el manantial. 

Después de 2 años el explorador volvió a su casa en Toronto; se sorprendió al pasar por el claro del viejo y ver una alameda. 

- Al final ha crecido –dijo todavía con asombro el explorador. 

- Si yo planté una planta llamada Populus tremuloides- contestó el viejo rebosante de felicidad.- Tardan 20 años en eclosionar las semillas y después crecen igual que un árbol tropical. 

El explorador nunca encontró el manantial pero aprendió una valiosa lección: 
"La paciencia es la madre de todas las ciencias; hasta la de los álamos". 


No hay comentarios:

Publicar un comentario