Buen trabajo, chicos.
El pasado 11 de junio nos reunimos todos, familias, profes y alumnos, en el gimnasio del cole para celebrar un trabajo bien hecho. Los chicos de sexto se graduaron todos y eso fue motivo de alegría sin paliativos.
El acto estuvo lleno de simbolismos que ayudaron a que todos pudiéramos hacer memoria de tanto momentos vividos juntos.
Tuve la oportunidad de dirigirme a todos y, a petición de los chicos y sus familias, dejo aquí el borrador de mis palabras. Ahora que cuelgo el documento siento la misma emoción al releerlo. Solo quiero decirles una cosa, los quiero mucho a todos.
Ana
Si pienso en que tengo que decirles algo
que pueda ayudarles cuando sigan sus estudios de secundaria y cuando tengan que
tomar decisiones sobre su futuro profesional, me pesa la responsabilidad que
eso supone. Para mí es importante porque después de estos años de trabajo
juntos me siento unida de alguna manera a mis alumnos. Conocer y trabajar con
personas durante un tiempo crea vínculos y eso es lo que me ha pasado a mí con
ustedes.
Como personas todos tienen cualidades
que pueden dibujar de alguna manera cómo serán de mayores. No son perfectos y
lo saben, pero sí son inteligentes y sabrán de qué hablo aunque no personalice
en ningún momento.
Todos son personas alegres; esto que parece una cuestión secundaria puede
marcar la vida de una persona. Afrontar las cosas con alegría suele acarrear
más éxitos en lo que se propongan porque este sentimiento dobla la energía de
quien la tiene y de quien está a su lado que siempre estará más dispuesto a
ayudarles.
Son chicos
afectuosos; a algunos les cuesta un poco más demostrarlo pero los que hemos
compartido tiempo con ellos sabemos que lo son y que necesitan también saber
que se les quiere. Tener la capacidad de dar cariño y de disfrutar del cariño
de los demás nos hace sentir bien; es algo que se pierde con los años. Muchos
adultos nos avergonzamos a la hora de demostrar el cariño y se nos va un tiempo
precioso en el que nos privamos de algo muy satisfactorio. Eso es algo que
ustedes no deben perder. Sigan queriendo y dejándose querer; se sentirán mejor.
Hay otras cualidades que no comparten
todos pero que han visto de cerca porque alguno de sus compañeros las tienen.
Verlo cada día también ha sido una lección de vida. Nacemos con unas
características y otras las aprendemos de quienes nos rodean.
Están en una edad en la que todo ser
humano tiene un alto grado de egoísmo; las personas somos así pero
evolucionamos. En este grupo ya han conseguido avanzar y se muestran casi
siempre generosos. Pensar en lo que
necesitan otros no es fácil y ellos ya tienen parte del camino hecho en mayor o
menor medida. No retrocedan nunca; ser generoso hace que los que nos rodean se
sientan bien con nosotros y nos devuelvan lo que damos con creces.
Aunque no siempre lo hacen bien, saben ser asertivos y resolver problemas
negociando. Saben que es la única manera de llegar a acuerdos sin hacer daño a
otras personas. Es de las cosas más importantes que deben seguir practicando.
Poner malas caras, decir cosas desagradables, ofender o llorar no resuelve
nada, nos sentimos peor y perdemos
todos.
Son
responsables, aunque no siempre y no todos en la misma medida, pero ya
saben que gran parte de las cosas que les pasan son responsabilidad suya y que
todo lo que hacen tiene una consecuencia buena o mala dependiendo de si lo que
han hecho está bien o no.
Son
exigentes y críticos consigo
mismo y con los demás, a veces más de la cuenta. Ponerse metas y proponerse
llegar a ellas es muy bueno; exigirse el esfuerzo necesario para llegar,
también; pero no hay que perder de vista que tenemos las limitaciones de
cualquier ser humano y pedir la perfección en los demás o en nosotros mismo no
es justo. Sigan exigiéndose cosas para avanzar pero también aprendan a perdonar y a perdonarse cuando no lo consiguen; el
esfuerzo es lo que cuenta.
Son
valientes; casi nada les acobarda si piensan que lo que van a hacer es un
reto con cierta dificultad. La satisfacción que se siente es grande cuando
conseguimos algo que ha costado pero por
la que nos hemos arriesgado.
Son
emprendedores, siempre con ganas de hacer algo más. A veces ni siquiera
hace falta que se les marque una tarea. Ya está en algunos de ellos el afán por
profundizar en aquello que les interesa e investigar hasta encontrar
respuestas.
Son
creativos con el disfrute que eso supone. Valoran el trabajo con un enfoque
especial y se esfuerzan por sorprender. Saben cuáles son las sensaciones que
produce el crear algo especial.
Son
voluntariosos y, aun sabiendo cuáles son sus limitaciones, no desisten
fácilmente y procuran mejorar. Quizás no todo lo que deberían pero ya conocen
el camino: las ganas y el esfuerzo son parte del éxito.
Es cierto que no es fácil reunir todas
estas cualidades a esta edad pero en este grupo podemos encontrarlas en uno o
en otro. Es por esto por lo que valoro a este grupo tanto. Son especiales por
eso, porque entre todos reúnen muchas cosas que los hace capaces de enseñar y
de aprender de sus compañeros.
Saben compartir alegrías y penas, se
apoyan unos a otros en los momentos malos y cuando el trabajo se hace
complicado, respetan las diferencias disfrutando de las cosas que consiguen
pero sin menospreciar a los que no las consiguen, se quieren y eso los lleva a
ser exigentes con los que no se esfuerzan en algún momento dándoles apoyo pero
también pidiéndoles que sean responsables.
Se han equivocado muchas veces en cómo
hacer las cosas, a veces han sido incluso duros con otras personas y no lo
vamos a ocultar porque ellos lo saben también pero están en buen camino. Ya son
personas estupendas que se complementan y que aprenden unos de otros.
Se acaba aquí una etapa y empieza otra.
Quizás me he alargado diciendo cosas que parecen etéreas pero creí necesario
recordarles que se llevan con ellos todas las herramientas para triunfar. Deben
perseverar en mejorar lo que tienen y en conseguir lo que les falta.
El grupo aquí se rompe físicamente
porque es seguro que en el instituto no volverán a estar juntos en un aula. Yo
les pido que no dejen que lo que tienen ahora se pierda; mantengan el grupo
unido fuera de las clases. Los que necesitan ayuda sigan apoyándose en los que
pueden ayudar. Siempre ha sido así, no lo dejen ahora, será bueno para todos y
la etapa que empiezan ahora será más fácil si siguen siendo una piña.
Recuerden que el esfuerzo es gran parte
del éxito. Deben estar siempre seguros de ustedes mismos pero también críticos.
No olviden que hay siempre que mejorar. Son ustedes los principales
responsables de hacerse un futuro; es el trabajo más importante y seguro que lo
harán bien.
Sus padres han sido siempre el mejor de
los apoyos. Siempre han estado pendientes de que todo fuera bien y han
trabajado muy duro para ayudarles a llegar a este día. Siempre han confiado en
ellos y nunca les han fallado. Se pueden haber equivocado, ya saben, tienen un
defecto de fábrica, son humanos también, pero aun así no han fallado en lo
importante, el amor que sienten por ustedes. Ahora, además de empezar una nueva
etapa de estudios, empieza una nueva etapa de vida. Les parecerá a veces que
los padres están en otro mundo, que no se enteran de nada, pero recuerden que
no son ellos los que cambian sino ustedes. Seguirán sintiendo el mismo amor
incondicional, sigan confiando en ellos ciegamente, han demostrado que se lo
merecen.
Los que nos quedamos aquí dejamos
siempre un hueco por si quieren volver de vez en cuando. También estamos
dispuestos a apoyarles en lo que necesiten.
Ánimo a todos y muchas gracias por
tantos momentos bonitos compartidos.
¡ Qué bonito, Ana! ¡ Quiero tener una profe como tú!
ResponderEliminarGracias por tus comentarios. Son los primeros del blog y para mí son una inyección de energía.
ResponderEliminarEste grupo ha sido muy afortunado por encontrarte en su camino.
ResponderEliminarGran trabajo, MAESTRA.
Enhorabuena!!!!